Ellas, nosotras
Resignificando a Elena Asins
Obra expuesta en la exposición colectiva «Ellas, nosotras» comisariada por Rocío Bueno que busca con este proyecto de investigación y creación artística recuperar y reivindicar a la mujeres referentes en el arte para que sirvan de guía e inspiración, dando además visibilidad al trabajo de fotógrafas actuales. En esta exposición fotógrafas contemporáneas resignificamos, a través de un diálogo fotográfico de tú a tú, la obra y figura de mujeres creadoras históricas en distintas artes visuales. Elena Asins es la artista referente con la que he dialogado para generar la obra expuesta.
Para mi proceso de investigación he acudido presencialmente al Museo Artium, consultado de manera online el catálogo del Museo Reina Sofía, así como el documental sobre su figura «Elena Asins, aquí no hay nada que comprender», y obtenido el libro de la matemática Capi Corrales Rodrigáñez «¡Qué no quiero que me expliquen! Elena Asins: espacio y ciudades».
Abordar la interpretación de la obra de Elena Asins ha supuesto todo un desafío para mí en lo que se refiere a la pura lógica matemática con la que Asins veía el mundo y que aplicaba a la hora de tratar sus obras. Por eso, me ha parecido relevante intentar comprender el mundo numérico en el que ella se desenvolvía con naturalidad e intentar aplicarlo en el proceso. En este sentido, Asins hablaba de una figura más o menos estética, que, tradicionalmente, se ha asociado a los polígonos regulares. Tal como ella trabajó su rectángulo divino, yo he intentado hacer el mismo ejercicio, pero en mi caso creando mi triángulo divino. Para realizar los cálculos y hallar las proporciones esperadas, he partido de la medida que corresponde con el cateto mayor del triángulo y que el propio espacio me marcaba -es la distancia de la pared a la columna que hay enfrente de ésta. A partir de ese cálculo he determinado el cateto menor y hallado la hipotenusa manteniendo las proporciones de la misma manera que lo formulaba Asins.
Y, por otro lado, mi obra tiene que ver con el último tema que ella propuso al Museo de la Universidad de Navarra, un proyecto que denominaba la ciudad democrática. Se trataba de poner en pie una ciudad a partir de la experiencia del espacio y el tiempo que había logrado en una escultura anterior, Menhires (1995). La artista no pudo, sin embargo, completar este proyecto, pues falleció algunos meses después. Por eso, la obra que he expuesto trata de arquitectura y la fotografía expuesta fue tomada en el edificio de Oficinas Municipales de San Martín.