¿Será espejo?

Viendo ahí la escalera, puesta al fondo de la sala vacía, comprendió. Fue subiendo, peldaño por peldaño y, tras apoyarse en el espejo, se encontró al otro lado. Nuevamente vio allí una escalera, puesta al fondo de la sala vacía. Fue subiendo, peldaño por peldaño... Comprendió...

Amanece, la mano.

¿Amanece? La mano. ¿Su temblor?

Sobre un fondo de tinta, sobre un paño de noche, sobre un pájaro agudo, ensimismado en el ángulo abierto –en lo escondido–.

Humo, pasión y humo.

Brasa de humo y recuerdo –el del olvido, con su esponja invisible– y las tijeras afilando su brillo sobre el mármol para cortar el hilo, para cortar la sombra, para cortar el humo de los sueños.

Subrayar es decidir: separar, cortar, quizá amputar. La vida es una sucesión de subrayados. Tiras.

En la cabeza asoma, ¿el proyectil? La cabeza, ¿del glande? ¿el pintalabios? Por encima –en azul plastificado, irisado quizás– el filo agudo, esmaltado y brillante de la uña de la garra del diablo; su corona. ¿Su corona de uñas (como espinas)? Coronar, rematar. En el reflejo de su juego explosivo se conjugan, se destrenzan aún, se recomponen –una vez más– los significados...

Someday girl I don't know when we're gonna get to that place where we really wanna go, and we'll walk in the sun. But till then tramps like us baby we were born to run.

[...]

Come on with me, tramps like us baby we were born to run.

Algún día, nena, no sé cuándo, llegaremos al fin a ese lugar al que de verdad queremos ir, y podremos pasear al sol. Pero hasta entonces, los vagabundos como nosotros, querida, hemos nacido para correr.

[...]

Ven conmigo. Los vagabundos como nosotros, hemos nacido para correr, querida.

BRUCE SPRINGSTEEN, Born to run.

El número de grados de libertad de un sistema cuando existen ligaduras entre las partículas será el número de grados de libertad del sistema sin ligaduras, menos el número de ligaduras que relacionan las variables.

J. M. GOICOLEA, Curso de mecánica.

(Caen) como hojas las generaciones de los hombres.

HOMERO, Ilíada, VI, 146.